“Caníbal” no hace honor a su sobrenombre. Su paladar no sabe, desconoce mayormente, del sabor saladito que tiene la carne. El famélico puntero derecho de “Cebada y Humo FBC” creció a punta de alverjita partida y ahora, de grandecito, sólo mastica salchipapas de sol y ceviches de pota.
Pero, claro, cuando un trabajito sale como Dios manda, entonces se cobra la revancha y se hunde en los aromas de un tallarín saltado, pero uno de los buenos. Se lo manda traer desde el mismísimo Wa Lock con su fiel “Sabueso” (un abancayno menudo, peludo como perro chusco de construcción y con tres entradas a Lurigancho que lo hacen gozar de la confianza de su amo).
Ahora bosteza. Mira de reojo -como quien no quiere la cosa- los amagues y puntapiés de los peloteros más faites del barrio y alrededores. “Caníbal” se sobra y tiene de qué. Está en su palco: Silla retráctil y ventana con vista directa al pavimento donde se desempacha el “Mundialito del Porvenir”.
Tercer piso de un edificio levantado en el gobierno del generalísimo Odría. Ron con Coca-Cola a su diestra. A la izquierda, una morena de caderas ampulosas, pezones elefantiásicos y escote hasta el ombligo, le prende los Kent number 8 y le peina la cocaína (nota de redacción: “Caníbal” descubrió esos cigarros en una película sobre sicarios paisas). Es un papi en El Porvenir. Y punto.
Pero, claro, cuando un trabajito sale como Dios manda, entonces se cobra la revancha y se hunde en los aromas de un tallarín saltado, pero uno de los buenos. Se lo manda traer desde el mismísimo Wa Lock con su fiel “Sabueso” (un abancayno menudo, peludo como perro chusco de construcción y con tres entradas a Lurigancho que lo hacen gozar de la confianza de su amo).
Ahora bosteza. Mira de reojo -como quien no quiere la cosa- los amagues y puntapiés de los peloteros más faites del barrio y alrededores. “Caníbal” se sobra y tiene de qué. Está en su palco: Silla retráctil y ventana con vista directa al pavimento donde se desempacha el “Mundialito del Porvenir”.
Tercer piso de un edificio levantado en el gobierno del generalísimo Odría. Ron con Coca-Cola a su diestra. A la izquierda, una morena de caderas ampulosas, pezones elefantiásicos y escote hasta el ombligo, le prende los Kent number 8 y le peina la cocaína (nota de redacción: “Caníbal” descubrió esos cigarros en una película sobre sicarios paisas). Es un papi en El Porvenir. Y punto.
Allá abajo, “Los Canallas” tampoco hacen honor a su nombre. “Estrella Real” le está dando como a hijo. A tanto llega la catana que algunos de los más conspicuos hinchas comienzan a pedir antidoping. “Tan pasados”, “Tan mudos”, “No vale carajo, pa’ que se prenden antes de jugar. Nos están haciendo perder billete”, “Saquen a esos concha de su madre”. A la número doce le asiste la razón.
Y es que “Los Canallas” parecen un atado de estacas. Sólo el primer tiempo opusieron resistencia, pero ahora son como sonámbulos, como torrejas de carne que a duras penas corren detrás de la pelota y estiran la pata…siempre a destiempo. “Gooooool”, grita el zambo enorme con el 9 en la espalda. “Estrella Real” gana 6 a 1 y el administrador de “Retenes Abigail” –humilde auspiciador del equipo- pide media caja más de chelas y suelta: “Ese lúpulo si pasa… ¡Salud caraaaajo!”. ¡Salud! Responde un corillo de ganapanes.
Pero la goleada no le hace gracia a José Rabanal Sologuren, nombre de pila con el que hace 20 años bautizaron a “Caníbal”. “Uta mare. Ora si la vaina se puso negra”, rezonga mientras se aplica un tiro blanquísimo que le han traído de Huascarán. No, no del nevado, sino del jirón que está a unas pocas cuadras. Sorbe ron para la bajada de rigor y le dice a sus muchachos que ya basta. No habrá más falsos ni marihuana. En veinte minutos definirán la copa. Así que no más droga, por lo menos no dentro de la próxima hora.
Es 1 de mayo y la cuadra seis está que revienta. Unas 2 mil personas bordean la cancha de brea. Ahí están los equipos que llegaron hasta semifinales y han venido a ver, con el rabo entre las piernas, con quien les pudo tocar si ganaban.
Vecinos desempleados alquilando bancas y ofreciendo menús, pirañas oteando víctimas, víctimas oteando pirañas, vendedores de cerveza, cigarros y otros humos, periodistas que se mueven en manada para protegerse de los pájaros cogoteros, y un reducido contingente policial con aire boteriano, terminan de pintar este sabroso cuadro; así, medio a lo Polanco, medio a lo Bendayán, que es el Mundialito del Porvenir.
Disputado desde 1950, meses previos al mundial que se jugó en Brasil, la jornada deportiva se inicia 2 meses antes del Día del Trabajo, fecha inamovible para la final donde no sólo se compite por la copa, sino para determinar cual es el barrio más bacán, el once más guapo, el que menos arruga y el que aguanta más taba.
Sin embargo, según cuentan los sobrevivientes de la Asociación Cultural, Vecinal y Deportiva El Porvenir, el campeonato ya no es lo que era antes. Y no le falta razón a ese pelotón de caritas que parecen hechas con arcilla rajada y cuyas cabezas cubren pelos desordenados como de huaype.
“Por aquí pasaron Julio Baylón, Hugo Sotil, Teófilo Cubillas, Pedrito Ruiz, Luis La Fuente, Julio César Uribe, Franco Navarro, los potrillos del Fokker, Waldir Sáenz…”, suelta Don Evaristo. La lista sigue, él sigue enumerando, mientras me alejo en búsqueda de “Caníbal”. La final está por comenzar. El humo se ha disipado. El silbato suena y yo emprendo la retirada. Será mejor así.
Disputado desde 1950, meses previos al mundial que se jugó en Brasil, la jornada deportiva se inicia 2 meses antes del Día del Trabajo, fecha inamovible para la final donde no sólo se compite por la copa, sino para determinar cual es el barrio más bacán, el once más guapo, el que menos arruga y el que aguanta más taba.
Sin embargo, según cuentan los sobrevivientes de la Asociación Cultural, Vecinal y Deportiva El Porvenir, el campeonato ya no es lo que era antes. Y no le falta razón a ese pelotón de caritas que parecen hechas con arcilla rajada y cuyas cabezas cubren pelos desordenados como de huaype.
“Por aquí pasaron Julio Baylón, Hugo Sotil, Teófilo Cubillas, Pedrito Ruiz, Luis La Fuente, Julio César Uribe, Franco Navarro, los potrillos del Fokker, Waldir Sáenz…”, suelta Don Evaristo. La lista sigue, él sigue enumerando, mientras me alejo en búsqueda de “Caníbal”. La final está por comenzar. El humo se ha disipado. El silbato suena y yo emprendo la retirada. Será mejor así.
Excelente ejemplo de jergas en una crónica, atrae mucho al lector.
ResponderBorrarSaludos!
muchas gracias!
Borrar¿Fuiste al campeonato de marras? (como te gusta decir)... esodel jugador de fulbito hecho a base de alverjistas esta bueno... que puedo decir... la jeringa si paga y nos sentimos en familia... a ver si te escribes una de la trinchera norte.... abrazos, E (ylas chelas cuando?
ResponderBorrarYo pensaba que ese campeonato era cosa del pasado. Me sorprende saber que aun sigue dándose.
ResponderBorrarSaludos desde La Florida.
ResponderBorrarAsu!
me encanto el post...
y sabes? sera porque soy de barrio,
pero entendi toditas las jergas jajajajaja
:P
gracias Truly!
BorrarQuerido Blogger
ResponderBorrarNuestro equipo ha considerado su blog para integrar el Top 100-Blogs (Argentina, España, Chile, Colombia, Perú, Venezuela, Ecuador) entra a nuestra web y elige tu país.
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Atento saludo
NPB-Team
jajaj divertido!!
ResponderBorrargracias por la visita
un bso
Ah, la gente de NPB es muy seria eh!
ResponderBorrar
ResponderBorrarHeyyyy
donde andas??
Postea pues!!!! :P
Un beso, espero estes bien
estas?
BorrarHOLA MARTIN, ES VERDAD QUE EL MUNDIALITO DE EL PORVENIR ES UNA DE LAS TRADICIONES MÀS COLORIDAS Y ANECDOTICAS DE LA VICTORIA, CUANDO TRABAJE EN IMAGEN DE ESA MUNCIPALIDAD ME TOCO CUBRIRLO PARA LA REVISTA. Nuevamente , felicidades por continuar con tu blog.....
ResponderBorrarhola Martin, gracias por tus saludos, hace años que no sé casi nada de ti, ni de mucha gente que aprecié y admirè por su talento y su sinceridad. Saludos y abrazos, como siempre.
ResponderBorrarpd. Que es de Renzo Bolívar, como siempre andaban juntos, bueno, la ùltima imagen que tengo de ustedes es la de siempre estar juntos
Gracias por tus palabras Paquita. Renzo vive ahora en Boca Ratón, La Florida. Saludos y cuidate mucho amiga.
ResponderBorrarMuy original y bien de barrio la nota aqui redactada. Cada vez que leo o veo algo asi evoco aquellos momentos de mi niñez y adolescencia cuando corria por mi pasaje o por el parque detras de una pelota y tratar de hacer deleites con ella (eso fue lo que aprendi en el porvenir). Evoco mucho los momentos vividos y en especial la fiesta de el mundialito todos los 1ro de mayo. Tengo mas de 40 años en este pais pero lo que yo vi y vivi fue algo apoteosico ya que tuve la suerte de ver los mejores jugadores que jamas haya tenido el Peru a nivel de equipos y de seleccion. Ya mencionaron varios en la nota y para Francisca le quiero dejar saber que si en realidad no solamente es una tradicion sino tambien como lo dije una fiesta colorida que se hizo conocido no solamente en el Peru sino que atravezo fronteras. Yo recuerdo en el año 1969 cuando estabamos en lo mas grande de nuestro fultbol la revista O'Cruzeiro saco en sus paginas centrales toda una nota completa que incluyo fotos de la gente sentada en los balcones y la pista completamente abarrotada de hinchas que el negro Bomba tenia que hacer respetar a punta de palo de tombo. Esperemos que la parte mala de este hermozo campeonato no se dilate mas por la maldita droga para asi volver a deleitarnos con lo que fue y seguira siendo nuestro Mundialito de El Porvenir.
ResponderBorrargracias por tu comentario. bendiciones
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