Es la segunda vez que venimos a la casa del ex congresista, vocero y pararrayos del Partido Nacionalista, Daniel Abugattás. Y no es que lo hayamos entrevistado antes, sino que, al parecer (presunción de inocencia) en la mañana olvidó que habíamos pactado la conversa. ¿Presunción cercana? Reprogramó unilateralmente la entrevista, quizá el precio a pagar por ser un medio nuevo, ajeno a las corporaciones periodísticas mazamorreras.
Nos recibe en su pequeño estudio, una habitación de tres por tres, algo desordenada, atiborrada de libros, papeles con anotaciones ininteligibles, medallas de tiempos más felices y muestras de granos, fideos y otros menjurjes. Nada que ver con la pompa que hace algunos meses tenía, cuando era parte del cogollo de Ollanta Humala y su gobierno de la “gran transformación”, establishment al que ahora apunta sus bombas molotov, sin dudas ni murmuraciones. Sirve café pasado y nos pide que empecemos. Bueno, respondo. Rew, stop, rec.
La mayoría de gente lo recuerda por el personaje que Jorge Benavides desarrolló en su programa cómico. Digo Abugattás y me dicen, ah, Lisuratás. ¿Así quiere que lo recuerden?
Mira, gracias a Lisuratás llegué a una buena porción de peruanos que ahora me saluda en la calle. La faceta que Benavides hizo, pintándome como un personaje carismático, canchero, con calle, frontal como fui en el Congreso, es muy parecida a lo que realmente soy. Lo mejor que me dejan mis diez años en política es el cariño de la gente.
He recibido críticas también por cierto grado de grosería que tuve y en su momento reconocí esos exabruptos. Yo traté de mantenerme siempre como un ciudadano de a pie, pese al cargo y las ínfulas que éste conlleva y los sobones que el cargo atrae. Sin embargo, hice un esfuerzo por mantener una comunicación fluida y hablar como soy.
¿Va a extrañar el Congreso?
Yo estoy fuera de la política partidaria. Me quedé sin partido. Invertí muchos años de mi vida en el Partido Nacionalista Peruano, pero salí por la pata de los caballos.
Se lo pregunto porque usted dijo en una entrevista que solo haría política hasta cuando se sintiera joven, que luego se dedicaría a pasear su perro en el parque…
Lo dije, claro que lo recuerdo. Mira, hay una realidad. Para seguir en política, como yo la concibo, tiene que haber un marco de institucionalidad partidaria. Si hubiera continuado en mi partido político y este tuviera un marco de institucionalidad, en el cual uno pueda desarrollarse, probablemente hubiera continuado en la política, pero dadas las circunstancias actuales donde el partido que vi nacer se convirtió…
En un club de amigos…
Efectivamente, es un club de amigos. Si no se logra desarrollar institucionalidad partidaria, yo no me veo participando en política en los próximos años…
Pero usted fue parte de ese gueto. ¿No cree que fue muy cómodo renunciar al pasado cuando solo faltaban cuatro meses para el fin del gobierno? Usted dijo que Nadine Heredia cambió al mes que Ollanta Humala asumió la presidencia, entonces, ¿cómo vivir en el vientre del monstruo tanto tiempo, siendo, como dice, tan frontal?
Yo siempre tuve la ilusión de que las cosas se compondrían. Y siempre tuve al margen a la señora (Nadine) Heredia. Mi relación fue, durante todo ese tiempo, directamente con el presidente de la República. Evidentemente cuando ellos traicionan al partido, cuando se destapa el tema de las agendas, cuando se confirma que eran suyas, pese a que lo negó siempre; y cuando me marginan de la reunión del Comité Ejecutivo Nacional, donde deciden sacar la candidatura de Urresti, pues eso fue la gota que rebalsó el vaso.
Insisto, usted debió irse antes y no esperar el final de la película. No se ve muy bien que digamos…
Tienes razón. Yo cargaré hasta el día de mi muerte con el karma de haber participado en esto. Fui engañado y soy culpable de no hacer lo que debí hacer en su momento. No rehuyo mis responsabilidades y mis pasivos que tengo que cargar por haber permanecido diez años al lado del presidente Ollanta. Yo siempre creí que había la posibilidad de hacer las modificaciones dentro del partido, corregir el camino mal llevado los últimos años, pero ya con la última forma como Heredia manejo el Comité Ejecutivo Nacional (CEN), me di cuenta que no tenía nada que hacer ahí. No tenía ninguna intención de practicar una democracia ni desarrollar institucionalidad dentro del partido, es un club de amigos el partido de Humala y Nadine.
Usted fue un alfil nacionalista, quien reclutó más de 35 mil simpatizantes, quien abrió bases en casi todo el país, el que recibió los puyazos y puso la otra mejilla. Me imagino el dolor que sintió cuando le dieron la espalda. Además, Cynthia Montes, la ex secretaria de prensa de palacio y miembro del CEN, dijo que usted sabía un mes antes que iban a retirar la candidatura de Daniel Urresti, que usted mentía…
Eso no es cierto y no es la primera vez que Cynthia Montes miente. Tanto es así que en la reunión del CEN donde se va a tomar la decisión final de sacar a Urresti y retirar la plancha presidencial y del Congreso, no me dejan ingresar. Como sabían que no estaba de acuerdo, simplemente me bloquearon el ingreso. Además, la posibilidad de no presentarnos a las elecciones se planteó dos meses antes, mucho antes que se designe a Milton Von Hesse…
Usted mismo está admitiendo que sabía, entonces porque irse si ya sabía lo que pasaría
Un momento. Estamos hablando de antes que se designe a Urresti, antes que se ponga de candidato a Von Hesse. Yo soy el que le planteo al presidente Ollanta que si las cosas son así y no hay voluntad de desarrollar partido, que lo mejor era que se quede con su partido, que renuncie al tema y que preserve la vigencia de la inscripción
¿Y qué le dijo el presidente?
Humala me dijo que no, que teníamos que seguir, que necesitábamos tener bancada. Te lo digo, fue en una reunión la primera semana de enero, y ahí salió el nombre de Milton. Luego, cuando fracasó Milton, enamoraron de nuevo a Urresti y lo único que le pedí al presidente cuando se hablaba de que se retire, era que tuviera la cortesía de hablar con el candidato, que eso tenía que aprobarlo el CEN, donde yo sabía que tenía minoría porque era el único con voz propia. El resto eran sumisos a Nadine, unos chicheño. Pero hubiera sido democrático que todos participáramos de la decisión.
Y otra cosa que quiero que quede claro es que Ollanta sabía yo lo iba a acompañar solo hasta el 28 de julio. El nivel de confrontación que tuve con las políticas que implemento Ollanta ha sido realmente frustrante. Durante cinco años, estar enfrentando al ministro de economía, al de producción que hacían todo lo contrario a lo que habíamos ofrecido, fue desgastante y al final tengo que cargar mi karma, es mi pasivo. Pero tengo la valentía para reconocerlo. No fui lo suficientemente inteligente para poner el pare cuando debí hacerlo.
Perdóneme, pero resulta difícil creer que mantuvo una enemistad con Nadine Heredia y que no coordinaba con ella, después que se ventilara la famosa “luz verde” y luego que el actual ministro de Economía, Alfredo Thorne, revelara que Nadine ponía personal en los ministerios. Entonces, resulta iluso pensar que ella no mandaba en su propia bancada
A mí no me daba órdenes. Y esa independencia queda explícita cuando quiso entrometerse al organizar una reunión del gabinete con la bancada. La reunión terminó a los cinco minutos porque yo me pare y me largue. Y ahí se acabó mi relación con Heredia. Yo mantuve una postura institucional y mantuve el diálogo con el presidente, que la mayor parte del tiempo me ignoró y me fue alejando…
¿Qué le decía?
Me pedía que arreglara mi situación con Nadine. Amístate con Nadine, me decía…
¿Tan cosito era Ollanta?
Bueno, tú lo has dicho. Es increíble, pero ya no quiero ahondar más en esos detalles, al final es su familia.
Pero, el no conciliar con Nadine lo fue alejando…
Fue así desde ese momento que puse el freno. Me refiero a diciembre de 2012, cuando asume la presidencia del Consejo de ministros, Oscar Valdez. No iba a aguantar intromisiones y hay más de 70 testigos que saben cómo terminó la cosa, ya te dije que me pare y me largue. Al día siguiente el premier fue a pedirme disculpas a mi despacho. Desde ese momento la presencia de Nadine era incómoda y no trataba con ella. Gracias a Dios que me alejó de su entorno.
¿Lo dice por las denuncias de corrupción, usurpación?
Al fin de cuentas me alejé de toda la cochinada y ahora puedo dormir tranquilo. Ya el Poder Judicial tendrá que investigar todas las denuncias que se han ventilado
LOS AÑOS MARAVILLOSOS
Usted dice que no puede confirmar si el dinero que llegó para las campañas nacionalistas venía de Venezuela, pero que si había alguien que se ufanaba de ser un mecenas era su paisano arequipeño, Álvaro Gutiérrez. Su olfato no le decía que había algo raro ahí…
Yo ingrese a la política en diciembre de 2005. Venia del sector empresarial y para mí todo esto era nuevo. Conozco a Ollanta en noviembre y la primera semana de enero ya era vocero. Era como una inyección de adrenalina y me sumé al proceso sin mirar mucho a los costados. Honestamente a la única persona que veía entrar con dinero en efectivo y que si faltaba plata, él la conseguía, era Gutiérrez, decían que era un empresario muy exitoso. Si hubiese tenido la experiencia que tengo hoy hubiera cuestionado.
¿Ollanta no tenía dinero, todo lo se lo traía Gutiérrez? Gustavo Espinoza, el ex congresista nacionalista, ha mencionado que el 2005 Ollanta no tenía donde caerse muerto…
Es verdad. Cuando yo conozco a Ollanta por un embajador, efectivamente Ollanta y Nadine no tenía dinero. Le pregunté a Ollanta cómo había hecho para formar el partido y me dijo que fue en base a los ahorros de su sueldo como agregado militar en Francia y Corea. Me dijo que había invertido todo lo que tenía, unos 80 mil soles.
¿Hubo una involución ideológica del candidato que terminó sometido y convirtiéndose en un cachorro del capitalismo más ortodoxo o desde el primer momento todo fue una mentira? ¿Nadine fue un punto de quiebre?
Mira, es un caso curioso. Nosotros trabajamos de la mano cinco años con Nadine cuando fuimos oposición y cuando había reuniones la más radical y de extremo izquierda era ella. Se preocupaba sobre qué posición tomaríamos en el pleno a favor de la gente. Pero cuando ganamos la presidencia; es decir, con Ollanta como presidente electo, se produce la gran transformación. Ella comienza a asumir un rol insospechado. Dentro de este engaño caímos yo, Carlos Tapia, Salomón Lerner. La gran involución ideológica de Ollanta, como dices, es producto de Nadine.
El presidente entró en un limbo ideológico y se comenzó a cumplir los mandados de la Confiep, de la Sociedad Nacional de Pesquería y de la Sociedad Nacional de Minería y Petróleo. Se incumplieron el 99% de las promesas. La gran transformación sólo ocurrió en la cabeza de Heredia y con ello contaminó a su marido.
¿Cogobernaron o era ella quien realmente mandaba? Esas son las opciones, porque queda claro que Ollanta Humala no reinaba
Creo que ha habido hechos que evidencian que hay una corresponsabilidad. Los medios son muy críticos, pero cuando ella habló de “sus ministros” o se ventiló lo de la “luz verde”, todo el mundo aplaudió…
No todos aplaudieron…
Me refiero a la mayoría. Todos sus funcionarios sabían el poder que ejercía Heredia. Ahora, aquellos que le hicieron caso que paguen sus culpas, yo me zurraba en lo que decía Heredia. Después me enteré que cuando iba a algún ministerio por un proyecto de ley, ella ordenaba que todo lo que venía de Abugattás no saliera. Pero en fin, ahora se lo agradezco porque su gente tiene más de un anticucho….
¿Es posible investigarla y que se le sancione con 8 años por usurpación de funciones?
Sí, claro. Pero mira, es bien difícil que algún ministro reconozca como lo hizo el Presidente del Comité Organizador de los Juegos Panamericanos, Luis Salazar, que fue Nadine quien le propuso el cargo y luego todo lo coordinó con el ministro Jaime Saavedra. Eso lo ha reconocido porque ese señor es un caído del palto y lo ha dicho públicamente y con eso se ha llevado con todo al ministro Saavedra. Es un exceso de candidez que ha revelado una verdad que debe investigarse.
LA MALA EDUCACION
Con esa información y con la denuncia que usted hizo que el ministerio de Educación destinó 240 millones al Comité Olímpico Peruano entre el 2012 y 2013, y de los cuales sólo se rindió cuentas por 16 millones, ¿cómo es posible que Saavedra siga siendo ministro de Educación?
Mira, no me lo explico, honestamente lo que pasa con Saavedra es que dentro del país de los ciegos el tuerto es rey. En unos gabinetes ministeriales donde campeaba la mediocridad, Saavedra resaltaba. Si compararas a José Gallardo (ex ministro de Transportes) o a Alonso Segura (ex ministro de Economía), Saavedra gana por varios cuerpos de ventaja. Pero Saavedra le ha hecho un daño irreparable al deporte nacional al designar a un improvisado como Saúl Barrera en el manejo del Instituto Peruano del Deporte (IPD) y al haber puesto por algunos meses a su secretaria, Desilú León, como directora del proyecto especial de los panamericanos. ¿Cuánto dinero ha pasado por esa dirección mientras estuvo su secretaria?
¿El ministro Saavedra tiene responsabilidad, complicidad en algún hecho irregular?
Saavedra ha acaparado todos los puestos. Por un lado su gente no rinde cuentas y él no manda al procurador a que haga su trabajo y por otro lado los contrata. Al final a mí no me queda otra cosa que pensar que hay una complicidad, de ignorancia, en el mejor de los casos. Hay que respetar la presunción de inocencia que llega hasta el propio Francisco Boza.
¿Y qué ha hecho Saavedra?
No se rinden cuentas, se desaparece dinero. Saavedra sabe que se fueron 10 millones de soles que eran para la organización de los juegos Panamericanos. El no denunció y les volvió a dar el dinero para que hagan pagos. Eso lo sabe él, se lo he dicho en su cara. A pesar de todo eso, parece que tiene ángeles guardianes muy poderosos que son las universidades privadas las cuales ha favorecido con la ley universitaria.
Pero parece que nadie quiere investigar, goza de buena salud en la opinión pública…
Hay que analizar a dónde ha ido la publicidad del Ministerio de Educación estos años, qué hace el área de prensa, cuántos asesores tiene Saavedra y cuánto ganan. El hombre se sabe vender, es un buen marketero, se ha vendido como un buen producto político, pero realmente seguimos en el peor nivel de educación, no hay ningún cambio significativo en cinco años. No es que ha pasado sólo un año, alguna mejora deberíamos tener a pesar de los cientos de millones que se le ha dado. Lo único peor a Saavedra ha sido Patricia Salas. Es un desastre.
*Entrevista publicada en Manifiesto, setiembre 2016
domingo, noviembre 13, 2016
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario