Siempre que se hace una historia se habla de un viejo, de un niño o de sí, pero esta historia es difícil. Haré la historia de un ser de otro mundo, de un animal de galaxia. Es una historia que tiene que ver con el curso de la vía láctea (socialista peruana), es una historia enterrada (sobre un audio falso y un boicot grosero). Stop.
La letra de Canción del elegido, de Silvio Rodríguez (compañero al fin y al cabo) sirve de coartada perfecta para contar la verdadera historia detrás de la elección de la candidata presidencial del Frente Amplio (FA), la ex nacionalista Verónika Mendoza, y del gran derrotado de esa lucha intestina, el ex sacerdote Marco Arana.
Pude conversar con Jorge Gallegos Pineda, ex personero legal de Tierra y Libertad en las elecciones primarias del FA realizadas el 2015, quien después de un año decidió romper su silencio y correr la cortina de un escándalo que llega a la propia Mendoza, y que le salpicaría al mismísimo presidente de la Federación Peruana de Fútbol, Edwin Oviedo, a la sazón, mandamás de la Empresa Azucarera Pomalca.
“Pasado un año del fraude que nos hizo Sembrar (movimiento que empujó la candidatura de Verónika Mendoza), apoyados seguramente por la empresa del señor Oviedo, creo que es hora de hablar y que la gente sepa la verdad. Es momento de contarlo todo”, suelta Gallegos, escarba en la memoria y pasa revista a correos y expedientes de una verdad que nadie quería contar por miedo al qué dirán, a la demolición mediática del FA ad portas de las elecciones presidenciales de abril pasado.
El sólido norte
Setiembre del 2015. Arana está preocupado. La gente de Sembrar ha comenzado a esparcirse como un virus en el frente, a copar los cargos más altos del FA, y en esa ramificación abonan viejos panzers zurdos como Marisa Glave y Pedro Francke, oficialmente adscritos a Tierra y Libertad, pero adláteres de Mendoza. La cosa es así, con el apoyo mediático, con la luz verde nacionalista y con el entusiasmo de muchos universitarios, la candidatura de Mendoza sube como la espuma en las zonas urbanas. En Tierra y Libertad andan con los crespos hechos y ensayan teorías, esbozan estrategias para hacer frente al huracán mediático que tiene la lideresa de Sembrar. Los votantes de Arana son por el contrario a la naturaleza de los seguidores de Mendoza, ciudadanos rurales, difíciles de agrupar para que voten.
¿Cómo parar esa espiral? ¿Cómo contrarrestar la falsa imagen de rojo y antiminero que tiene Arana? ¿Cómo ganar las primarias del FA si todo parece consumado? Son preguntas que se hace el cogollo de Tierra y Libertad. Entonces Gallegos alza la voz y muestra el pan que traía bajo el brazo: “El norte nos apoyará con más de 10 mil votos. Los trabajadores azucareros de Pomalca y Tumán que forman el movimiento de Giovanna Constantini nos dará el triunfo”, dice, y los rostros adustos dan paso a la incredulidad. Gallegos replica, se explaya y convence. Lo escuchan, pero “ver para creer” dicen los dirigentes y se decide que Arana vaya al mismísimo norte a comprobar si el apoyo es en bloque como se especula.
“Arana viaja con Miriam Parra. Pasean junto a Giovanna por los pueblos, hablan con la gente de la organización azucarera y el propio Marco se queda sorprendido con el afecto y respeto que la gente le mostraba a él y a Giovanna. Luego de comprobar el respaldo que tendría su candidatura y que inclinaría la balanza regresan a Lima con mucho entusiasmo y reforzamos el trabajo de campaña. No nos podían ganar”, espeta Gallegos y recuerda que tal fue el miedo de Sembrar que mandaron al propio Juan Carlos Giles para que le ofrezca lo que quiera a Constantini, con tal que esos votos recaigan en Verónika Mendoza.
¿Pero por qué tanto cariño con la ex periodista? Hacia fines de agosto del 2015, los trabajadores azucareros de Pomalca habían logrado un viejo sueño: la empresa de Edwin Oviedo había claudicado a su postura feudalista con la que se enfrentaron por más de 10 años y había reconocido sus derechos laborales.
“Se les reconoció sus beneficios, sus derechos. Pasaron de ganar sueldos de hambre a cobrar hasta 1200 soles. Fue una lucha sindical que nunca se había logrado y que obtuvieron con el apoyo de Giovanna, quien logró unirlos en una sola causa. Entonces ella formó su movimiento (Unión Popular Lambayecana) y se asimiló al FA. Todos cerraron filas para apoyar a Arana. El triunfo estaba consumado con esos votos y así estuvimos confiados hasta un día después de las elecciones porque la diferencia nos favorecía. Marco era el ganador, pese a las irregularidades que favorecían a Mendoza”, recuerda Gallegos.
¿Irregularidades en favor de Mendoza? Sí. El ex personero de Tierra y Libertad cuenta que se impugnaron algunas mesas de Pimentel, por ejemplo, donde había ganado Mendoza, pero que increíblemente consignaba mesas ubicadas en direcciones inexistentes. Esos votos fueron observados. Además, no se había contabilizado los votos de Puno, y la maquinaria del Partido Socialista –aliado de Mendoza- impidió mediante argucias que campesinos de las alturas de Ayabaca, en Piura, y de Arequipa pudieran votar. Sin embargo y pese a todo, ante la contundencia de los votos en Pomalca, era sólo cuestión de horas para olear y sacramentar el triunfo aranista.
El audio “bamba”
La gente de Tierra y Libertad está preparando la celebración. Cruzan mensajes en Facebook, las llamadas de felicitación saturan el celular de Arana, cuando de pronto todas las cabezas electorales del FA son convocadas a una reunión extraordinaria. Las huestes de Sembrar dicen que tienen una denuncia gravísima. No pasa ni una hora y los dirigentes del FA están sentados a la espera de la denuncia.
“Nos dijeron que había un audio donde Giovanna conversaba con un ex trabajador de Pomalca apellidado Osorio, en el que ella admitía que algunos votos fueron obtenidos en la casa de los pobladores, que se llenó el acta con esa información. Es decir, que se pusieron votos a delivery y que esa información se vacío en actas. Yo llamé a Giovanna y me dijo que sí había hablado con ese trabajador y que efectivamente le había dicho que imprima cédulas de votación para que todos voten, que no sabía cómo hacía, pero que esa gente tenía que ir a votar”, recuerda.
Con esa información a priori, Arana decide aceptar la presión de Sembrar y pide al Comité Electoral que se anulen los votos de Pomalca. Sin ese respaldo, el triunfo era de Mendoza. Todos están decepcionados y consternados. Pero, aún así, Gallegos pide escuchar el audio de la conversación, pero los dirigentes de Sembrar sostienen que el periodista que lo tiene, cuyo nombre nunca fue revelado, no lo quiere “soltar”. Que sólo cuentan con una transcripción. Gallegos insiste con el audio, la negativa salta de nuevo.
Aún sin haber escuchado el audio, Arana, “aconsejado” por las voces del partido, decide dar un paso al costado para evitar que el tema salte a los medios y afecte la imagen del frente. Sin embargo, a las horas Gallegos recibe la llamada de Giovanna Constantini.
“Me dijo que había leído la transcripción y que se había editado todo, que nunca había admitido que se tomaron votos en las casas. Que se trataba de una burda manipulación. Mencionó que la transcripción condensaba tres conversaciones distintas. Una donde se hablaba de un ex funcionario de Pomalca, otra en la que pedía recoger firmas en las casas para evitar que la empresa Azucarera Pomalca se apropie de unos terrenos que ellos mismos habían hipotecado a empresas fantasmas con el fin que Oviedo se adueñe de los terrenos y los urbanice. El otro tema era que se impriman las cédulas, todo el material electoral para repartirlo. Eso era todo. Era un audio bamba, nos querían ganar con el miedo, nos querían extorsionar con una mentira”, recuerda Gallegos.
Agrega que le alcanzó esa información a Arana, le pidió luchar, pedir el audio original y someterlo a un peritaje. “Nos estaban robando la elección con un audio trucho (adulterado). Sin embargo, me dijo que aún así tuviéramos la razón, el escándalo terminaría afectando al Frente Amplio. Que se ratificaba en retirar los votos de todo Pomalca. Los de Sembrar nos sembraron y se aprovecharon de la inexperiencia política de Arana para apabullarlo con el tema de la imagen del partido. Le recordaron el escándalo del audio infeliz donde “Pepe” Julio Gutiérrez chantajeaba a la minera en Arequipa. Quienes estaban más felices eran Glave y Francke, estaban como locos porque Marco se retirara y reconociera el triunfo de Verónika. Fue una farsa”, rezonga Gallegos y frunce el ceño, recordando lo que califica como un fraude. Incluso se había amenazado con armar una conferencia de prensa donde se acusaría a Arana de corrupto.
“Marisa Glave nunca quiso que Arana fuera candidato presidencial. Al inicio ella empujaba la idea que el Frente Amplio tuviera una candidatura simbólica, testimonial, con Alberto Pizango, el líder tribal del “Baguazo”. Que no importaba tener una bancada chiquita, que había que salvar la inscripción. Luego apareció Verónika Mendoza, congresista, bonita, con una imagen qué vender y ya sabemos a quién apoyó”, sentencia.
Pero Gallegos va más allá y desnuda una realidad sobre la que muchos hablan, pero que ningún integrante del FA había admitido. Sostiene que con Mendoza llegó un “grupito de caviares” encabezados por Carlos Monge y Pedro Francke –integrantes de una fracción de Tierra y Libertad que quiere disolver el partido en el FA- que ahora quiere imponer su aparato y su burocracia, que el Frente Amplio tiene una cúpula que manipula gente con amigos y que se maneja como los talleres oenegeros. “Nos sientan en grupitos y aprueban lo que ellos han llevado masticadito. Pero los verdaderos dirigentes y miembros de Tierra y Libertad son los verdes, somos los ecologistas”, aclara.
Azúcar amargo
¿Pero quién pasó el “audio”? ¿Quién alcanzó la transcripción? Según Gallegos los “compañeros” de sembrar dijeron que el audio apareció en un sobre, bajo la puerta de la casa de un dirigente de su organización y que lo pasó un periodista de mucho renombre. Pero Giovanna Constantini tiene las cosas más claras. Al menos así se lo dijo a Gallegos.
“Me dijo que está segura que su teléfono fue chuponeado para poder, luego, editar la conversación. Que quien está detrás de ese chuponeo seguramente era Edwin Oviedo, quien nunca le perdonó que se le enfrentara. A Giovanna la han intentado coimear, la han asaltado tres veces, pero ella no se rindió. A Oviedo no le convenía que gane Arana y que Giovanna se lance como congresista. Simplemente se la sacaron de encima”, remata y acota que otra versión que corrió fue que el propio Servicio de Inteligencia estuvo detrás de todo.
Gallegos subraya que Verónika Mendoza sabía que se estaba tumbando la candidatura de Arana con un medio ilegal como un audio que no fue sometido a un peritaje. Además, recalca que así hubiera sido verdad lo del audio, lo único que debería haberse anulado era la mesa donde se suponía que se había recogido los votos puerta por puerta.
“Estamos hablando de la mesa de Saltur (distrito de Saña) donde sólo se consignaron 83 votos. Además, cabe anotar que los representantes de Sembrar (monitoreados por su dirigente nacional, Juan Carlos Giles) avalaron los resultados que daban por ganador a Arana en Lambayeque. Y es más, Sembrar puso personeros en casi todas las mesas. Solo en tres no tuvieron representantes. Entonces, ¿de qué estamos hablando? Aquí hubo una gran jugada, una presión descomunal contra Arana, quien, presa de su inocencia política, y en aras de no romper la unidad, claudicó a su derecho natural de ser el candidato del FA. Arana obtuvo más de 4 mil votos y Mendoza cerca de 500. Aun anulando lo de Saltur, Arana ganaba”, señala Gallegos.
Como conclusión, el aún militante de Tierra y Libertad (le han dicho que lo suspenderán por su postura crítica) advierte que Verónika Mendoza sabía que estaba ganando con un arma deleznable como un audio adulterado que no pasó por ningún peritaje y que apareció, para desgracia del ex sacerdote, por obra y gracia del espíritu santo.
Al respecto, precisa que en medio del proceso que el FA le abrió a Giovanna Constantini, ella pidió que el audio pase por un peritaje, que se cite al periodista anónimo que afirmaba tener el audio, y que se realice un careo con Juan Carlos Giles, Álvaro Campana y Marco Chu, hombres de Sembrar involucrados en el tinglado, pero al final no le hicieron caso y el proceso quedó en nada.
“Fue por miedo. Yo no pondría el Estado en las manos de un grupo de personas que valiéndose de un delito, como lo es un audio chuponeado y editado, llegan al poder”, dispara Gallegos, sabiendo que la respuesta que recibirá del cogollo de FA será, seguramente, de padre y señor mío.
Informe publicado en Manifiesto, agosto 2016
domingo, noviembre 13, 2016
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